PRESENTACIÓN
Han trascurrido tres años desde la culminación de mi «Introducción a la teoría del delito y a las consecuencias jurídicas del delito», antecedente de esta nueva obra, y ciertamente ha trascurrido suficiente agua debajo del puente para permitirnos afirmar que estamos frente a una obra distinta, una versión como se dice actualmente-2.0 de la del 2015 (aunque fuese publicada en el 2016).
Además de los cambios obligados, derivados de la aparición de una serie de modificaciones legislativas trascendentes, hemos actualizado las referencias jurisprudenciales, mejorado el sistema de referencias bibliográficas y ampliado una serie de tópicos a lo largo de la presente obra (aproximación histórica al Derecho Penal peruano, delito continuado, prescripción, consecuencias accesorias aplicables a las personas jurídicas). Algunos de estos tópicos (especialmente el de la prescripción de la acción penal) son reveladores de los vasos comunicantes entre el Derecho Penal material y el Derecho Procesal Penal, y de la necesidad de entenderlos desde una perspectiva integral.
Quisiera, en esta breve presentación, hacer referencia a los maestros Luis Roy Freyre y Juan Portocarrero Hidalgo, a quienes dedico esta edición. No puedo decir que ellos fueron mis profesores (pues nunca tuve la suerte de recibir docencia universitaria de su parte), pero sí puedo decir que son mis maestros. De ellos aprendí la pasión por la defensa y el litigio, y la importancia (y posibilidad) de compatibilizar la docencia y la academia con el ejercicio alturado y exitoso de la profesión. En Letters to a Young Lawyer, el profesor de Harvard, Alan Dershowitz, hace referencia a la tendencia que tienen los abogados de escoger, dentro de la profesión, héroes a los que ser fieles y señala que eso responde a que nuestro trabajo se mueve en espacios de cierta ambigüedad ética, de allí el consejo de escoger los héroes cuidadosamente («pick your heroes carefully«) para evitar ser decepcionados(1). Cuando aún era un Young Lawyer los escogí como mis héroes. Hoy puedo reconocer y decir que fue una elección correcta. A los maestros, con cariño (To sirs, with love).
San Isidro, 17 de abril del 2018
Luis Reyna Alfaro
